Estamos entrando en una etapa marcada por transformaciones profundas que afectarán la tecnología, la política y la conciencia humana.
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El cambio de energía en 2025
Las energías presentes desde 2021 hasta 2024 llegan a su fin y comienza un nuevo ciclo. Lo interesante es que este tránsito no ocurre de golpe:
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En marzo de 2025 se activa el primer cambio.
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Mayo, junio y julio acentúan esta transición.
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Entre julio y agosto se instala la nueva energía, un umbral que marcará los próximos años.
Se trata de un tiempo intenso, de reacomodación, donde tanto lo personal como lo colectivo se ven atravesados por lo nuevo.
El imperio contraataca: la tensión entre lo viejo y lo nuevo
Pero no todo será avance. Desde septiembre de 2025, los planetas entran en retrogradación y vuelven momentáneamente a signos anteriores. Podemos resumirlo en que los viejos sistemas y grupos de poder tratarán de recuperar su lugar.
Esto provocará tensión entre lo que busca transformarse y lo que se resiste. El final de 2025 se sentirá similar al de años anteriores, solo que con más fuerza e intensidad.
Lo inesperado de 2026
Ya en 2026 se asienta definitivamente la nueva energía, y ahí comenzarán a ocurrir “cosas locas”. Es decir, eventos imposibles de prever con los parámetros tradicionales, pero que suelen coincidir con épocas de tránsito planetario semejante. Pueden ir desde conflictos internacionales hasta avances tecnológicos disruptivos.
Inteligencia artificial y salto tecnológico
Uno de los ejes más claros, según la astrología evolutiva, será el desarrollo tecnológico.
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Plutón ingresó en Acuario en 2022, signo relacionado con la innovación, y permanecerá allí 20 años.
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Cuando Urano entre en Géminis y forme un trígono con Plutón en Acuario, el impacto en inteligencia artificial y ciencia será imparable.
Este alineamiento augura un salto tecnológico de proporciones históricas entre 2025 y 2026, transformando nuestra vida más rápido de lo que imaginamos.
Líneas de tiempo y libre albedrío
Existen múltiples líneas de tiempo, desde escenarios caóticos y apocalípticos hasta más armónicos y evolucionados. ¿Qué determina a cuál nos dirigimos? La vibración interna de cada persona.
Astrología, sombra y símbolos
Otro punto central es la importancia de Plutón, planeta asociado con la sombra, la muerte y la transformación. Que se lo haya degradado a “planeta enano” en la astronomía, refleja la negación colectiva a ver lo oscuro de la humanidad. Sin embargo, la astrología insiste en que será inevitable enfrentar nuestra sombra en los próximos años.
En ese sentido, la astrología no se limita a describir posiciones planetarias, sino que trabaja con arquetipos, símbolos y energías invisibles que influyen en lo individual y lo colectivo, complementando lo racional con lo simbólico.
Las predicciones para 2026 dibujan un futuro cargado de desafíos y oportunidades. Entre 2025 y 2026, veremos tensiones entre lo viejo y lo nuevo, un salto tecnológico acelerado y una invitación a trabajar en nuestra conciencia interna para navegar las múltiples líneas de tiempo disponibles.
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